2014

2014: «El secreto de la vida»

REPARTO
Cecilia Rossetto
Manuel Callau
Andrea Politti
Emilia Mazer
María Socas
Nicolás Pauls
Nazareno Casero
Brenda Gandini
Gustavo Garzón

Autor: José María Muscari
Dirección: José María Muscari

SALA
Teatro Metropolitan Citi
Buenos Aires
Argentina


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ANTONIO GADES: POESÍA en MOVIMIENTO

La marca de Gades ha sido un sentimiento profundamente respetuoso de lo popular junto a un talento inmenso, una capacidad de trabajo sin límites y un gran compromiso social.Antes que como artista, le gustaba calificarse como «trabajador de la cultura».

En su autobiografía expresó: «Yo no tuve la suerte de que corriera por mis venas sangre vocacional por la danza, sino más bien anemia por hambre».

Su fama recogió glorias en todo el mundo.

La vida me regaló compartir muchas horas de amistad con él aunque, en realidad, me llegaron por carácter transitivo ya que mi compañero Oscar Balducci fue su fotógrafo personal. Nuestra hija, Lucía Balducci, donó muchas de esas fotos al Museo de Baile Flamenco de Sevilla dirigido por Cristina Hoyos que allí son exhibidas de modo permanente.

Algún día se las iremos mostrando…

De momento, agrego a la de Antonio una que corresponde a un lujo en mi carrera: haber bailado una coreografía del inmenso Gades en el «Show de la Rossetto» (1981)

Antonio Gades y Cristina Hoyos. Esta fotografía de Oscar Balducci formó parte de la exposición «Flamenco en Argentina» realizada en la Casa Nacional del Bicentenario (2014) curada por Cecilia Rossetto y Lucía Balducci quien donó el valioso material de su padre al Museo de Baile Flamenco de Sevilla.

 

«Tragedia Gitana», número que formaba parte de «El Show de la Rossetto«. Fue coreografiado por Antonio Gades y la misma Cristina Hoyos me enseñó a lidiar con la bata de cola que pesaba 15 kg. ¡Inolvidable haber compartido con esos grandes bailaores!

«En su mejor momento» de Marcos Ordóñez

Marcos y yo

 

Dedicado a Cecilia Rossetto

Publicado por el diario El País de España

 

Para escribir este relato, Marcos se basó en mi estancia en París cuando estaba trabajando en Mortadela.

Invité a Marcos y su esposa Pepita a pasar una semana en la casa de la Rue de Paul Albert donde yo vivía.

En esa estancia pudieron compartir conmigo algunos de los «desarreglos» que padecía mi frágil corazoncito criollo.

 

Casa Rue Paul Albert

 

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