TITA DESEABA HACER UN MONÓLOGO CÓMICO POLÍTICO.
«AQUÍ VIENE VENENITO», ASÍ LA PRESENTARÍAN.
TANTAS COSAS EN LA VIDA QUEDARON PENDIENTES…
TITA DESEABA HACER UN MONÓLOGO CÓMICO POLÍTICO.
«AQUÍ VIENE VENENITO», ASÍ LA PRESENTARÍAN.
TANTAS COSAS EN LA VIDA QUEDARON PENDIENTES…
FIEBRE, TOS, DOLORES MUSCULARES… TODO EL MENÚ.
DIEZ DÍAS AISLADA.
¡PATAPÚFETE!
En 1981 lo hicimos en teatro
https://soyceciliarossetto.com/trabajos/por-disciplina/teatro/el-show-de-la-rossetto/
Los iré compartiendo con ustedes de a poco… parece que tiempo tendremos. Lo hago mientras escucho a Luis Eduardo Aute y lamento su partida de este mundo y alguna lágrima se me escapa cuando él con esa voz llena de dulzura canta «…queda la música…»
 
La marca de Gades ha sido un sentimiento profundamente respetuoso de lo popular junto a un talento inmenso, una capacidad de trabajo sin límites y un gran compromiso social.Antes que como artista, le gustaba calificarse como «trabajador de la cultura».
En su autobiografía expresó: «Yo no tuve la suerte de que corriera por mis venas sangre vocacional por la danza, sino más bien anemia por hambre».
Su fama recogió glorias en todo el mundo.
La vida me regaló compartir muchas horas de amistad con él aunque, en realidad, me llegaron por carácter transitivo ya que mi compañero Oscar Balducci fue su fotógrafo personal. Nuestra hija, Lucía Balducci, donó muchas de esas fotos al Museo de Baile Flamenco de Sevilla dirigido por Cristina Hoyos que allí son exhibidas de modo permanente.
Algún día se las iremos mostrando…
De momento, agrego a la de Antonio una que corresponde a un lujo en mi carrera: haber bailado una coreografía del inmenso Gades en el «Show de la Rossetto» (1981)
Antonio Gades y Cristina Hoyos. Esta fotografía de Oscar Balducci formó parte de la exposición «Flamenco en Argentina» realizada en la Casa Nacional del Bicentenario (2014) curada por Cecilia Rossetto y Lucía Balducci quien donó el valioso material de su padre al Museo de Baile Flamenco de Sevilla.
«Tragedia Gitana», número que formaba parte de «El Show de la Rossetto«. Fue coreografiado por Antonio Gades y la misma Cristina Hoyos me enseñó a lidiar con la bata de cola que pesaba 15 kg. ¡Inolvidable haber compartido con esos grandes bailaores!
2–
En realidad poco me importa
que tus senos se duerman
en la azul simetría de otros senos.
Yo los hubiera hollado
con la cosquilla de mi roce
y te hubieras reído justamente
cuando lo necesario y esperable
era que sollozaras.
El poema fue escrito en 1981, y publicado en el libro Salvo el crepúsculo (Editorial Nueva Imagen, 1984)