
Un día en su casa, en medio de una larga charla acerca del humor y de cómo ganarse la vida en un mundo de hombres, Niní fue hasta un cajón y me dijo «quiero regalarte algo que escribí hace mucho tiempo».
Me puso en las manos diez textos para «conferencias» de su personaje Catita, escritos a máquina y corregidos por ella misma con esa letra pequeñita que tenía.
Desde entonces los he guardado celosamente y es la primera vez que hago pública esta imagen de la «CONFERENCIA para EL DÍA de la MADRE».
Esta es la Niní que llevo amorosamente conmigo. La Niní eterna. La que nos abrió las puertas y las ventanas. La que nos mostró la luz que nos hizo atrevernos. La que puso el cuerpo primero.
Niní. Nuestra maestra, nuestra compinche y nuestra compañera del alma.

+ INFO: Presione sobre el círculo
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