Exquisito representante de la fotografía argentina y española. El valor
de su obra está por encima de fronteras y nacionalidades y se
consolidó como paradigma de la sobriedad y la sencillez; tanto en sus
retratos como en sus paisajes no hay lugar para la anécdota, para el
incidente.
En Barcelona, donde vivió desde 1976 cuando la dictadura se instauró en
Argentina, retrató a personalidades relevantes como Joan Miró, Salvador
Espriu y Antoni Tàpies.