Jorge Luz

JORGITO LUZ, DIEZ AÑOS SIN VOS…

IMPOSIBLE NO RECORDAR CADA DÍA LOS ALMUERZOS EN TU CASA, ¡QUÉ RICO COCINABAS!

AÍDA, TAN HERMOSA Y GENEROSA, SOLÍA IR HASTA LA BOCA A BUSCAR UNAS PASTAS QUE SEGÚN USTEDES ERAN «LAS MEJORES DE BUENOS AIRES»

Y, DESPUÉS DE COMER, VENÍA EL MEJOR POSTRE: RECOSTARNOS LOS TRES EN EL SILLÓN DEL LIVING PARA VER UNA PELI EN LA TELE. ¡QUÉ FIESTA, MI QUERIDO!

Y, CUANDO AÍDA YA NO ESTUVO EN ESTE MUNDO, ME OFRECÍAS DORMIR UNA SIESTA EN SU CAMA Y YO ESTABA SEGURA QUE TANTO TALENTO, HISTORIA Y BELLEZA ENTRABAN AMOROSAMENTE EN MI CUERPO

¡TE QUIERO, GIORGIO!

Teatro Caminito. Diego Kehrig

Edición aniversario

NOCHECITAS de OTOÑO

Hay tardes en las que súbitamente la memoria atisba instantes placenteros; al principio aparecen levemente insinuados y luego las imágenes se tornan tan vívidas que nos devuelven la alegría.

Como en ésta, cuando Jorge Luz me venía a buscar a la salida del teatro y nos íbamos a comer una pizza.

«Concierto amoroso», Teatro Nacional Cervantes, 2009.

JORGE LUZ

Nació el 8 de mayo de 1922.
Actor maravilloso y amigo entrañable.
Pisé un escenario con él por primera vez en «Polvo de Estrellas» (1974), music-hall dirigido por David Stivel.
A partir de entonces compartimos casi todo lo que los amigos suelen compartir: comidas en familia, mis padres, su mamá, risas junto a su talentosísima hermana Aída, bromas, tardes interminables de bizcochitos, noches junto al fuego de la chimenea, noches de confesiones…
Se te extraña mucho Jorgito…
(Foto: con mi beba)