OSMAR NÚÑEZ volvió a maravillarnos anoche con otra conmovedora creación.
Sucedió en La Carpintería con una obra del uruguayo Gabriel Calderón, dirigida por Mónica Benavídez.
Un gran actor transitando entre los textos shakespereanos y la cotidianidad de su lucha en un montaje de Ricardo III, con inmenso talento, fuerza y deliciosa ironía.
“Es hora de unir lo desunido, limpiar el desastre que hicieron los traidores y reconstruir lo que los jabalíes rabiosos despedazaron por ambición”, las palabras de Shakespeare resonaron en la sala con asombrosa actualidad.